Por qué NO debemos tirar las cenizas de la chimenea al contenedor

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Con la llegada del frío y el uso de chimeneas, estufas y braseros, en Loja se repite un problema que cada año provoca daños, sustos y emergencias: los incendios en contenedores por culpa de las cenizas de la chimenea y las brasas mal apagadas.

Pueden parecer inofensivas, pueden parecer frías… pero las ascuas pueden reavivarse incluso horas después y alcanzar temperaturas suficientes para prender bolsas, residuos y, en cuestión de minutos, destruir un contenedor entero. Además, el fuego no solo afecta al mobiliario urbano: puede extenderse a vehículos, fachadas o zonas verdes.

En nuestras redes sociales, el post publicado sobre este tema ha tenido un alcance significativo y una reacción inmediata de la ciudadanía, lo que demuestra la importancia de informar y concienciar sobre este riesgo real.

¿Por qué no podemos tirar las cenizas de la chimenea al contenedor?

Porque:

  • Las brasas pueden permanecer encendidas más de 24 horas, incluso cuando parecen apagadas.
  • Dentro del contenedor se mezcla material muy inflamable (papel, cartón, plásticos…).
  • El fuego alcanza rápidamente altas temperaturas, derritiendo el plástico del contenedor y generando humo tóxico.
  • Se necesita la intervención urgente de los servicios de emergencia, lo que supone un riesgo para las personas y un coste para todos.

Un solo descuido puede quemar un contenedor entero, como ya ha ocurrido en varias ocasiones en Loja.

Otros residuos que tampoco deben tirarse al contenedor en invierno

Además de las ascuas, en estas fechas previas a diciembre hay otros residuos que pueden provocar incendios, contaminar o generar problemas en la recogida:

1. Restos de velas o inciensos encendidos

Muy habituales en estas fechas y también peligrosos si conservan calor.

2. Aerosoles o botes a presión (lacas, ambientadores, desodorantes…)

Con el frío extremo, pueden explotar dentro del camión de recogida.

3. Restos de productos químicos de limpieza o bricolaje

Pinturas, disolventes, barnices… pueden reaccionar entre sí o liberar gases tóxicos.

4. Pilas y baterías

Aunque parezcan pequeñas, pueden provocar incendios por cortocircuito.

5. Cartuchos de barbacoa o carbón aún calientes

Otro clásico peligroso del otoño–invierno.

6. Aceites calientes

Pueden fundir el plástico o causar quemaduras al personal de recogida.

Todos estos residuos deben ir al Punto Limpio o manejarse siguiendo las instrucciones específicas de cada producto.

Entonces… ¿cómo debemos gestionar correctamente las cenizas de la chimenea?

Aquí tienes las tres opciones más seguras y recomendadas:

1. Dejar reposar las cenizas durante varios días

Al aire libre, en un recipiente metálico (nunca de plástico) y en un lugar donde no haya riesgo de incendio.
Cuando ya estén completamente frías, puedes tirarlas en una bolsa bien cerrada.

2. Apagarlas con agua

Si necesitas deshacerte de ellas antes, vierte agua sobre las cenizas y remueve.
Así te aseguras de que no queda ninguna brasa encendida.

3. Usar un cubo metálico con tapa

Especialmente útil si usas la chimenea a diario. Evita corrientes de aire y mantiene las brasas aisladas hasta que pierdan el calor por completo.

Pequeños gestos, grandes cambios en Loja

En Loja Limpia trabajamos cada día para que nuestras calles, barrios y espacios comunes se mantengan en las mejores condiciones. Pero la seguridad y el cuidado del entorno es cosa de todas y todos.

Evitar incendios en contenedores es tan sencillo como:

  • Revisar bien las cenizas antes de tirarlas.
  • Usar recipientes adecuados.
  • Depositar los residuos en el lugar correcto.

Entre todas y todos, hacemos de Loja un municipio más seguro, limpio y sostenible.

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